Visitar Batumi
Hacer turismo en Batumi es conocer la pequeña Dubai del Mar Negro. Sin petróleo y salvando las distancias, claro. Llama la atención su skyline, con unos cuantos rascacielos que la convierten en el polo de atracción turística más importante del Mar Negro. En verano sus calles rebosan de vida, sus terrazas están a reventar y su paseo marítimo es el lugar perfecto para ver el atardecer perfecto. Al caer la noche, jóvenes de Georgia, Armenia, Azerbaiyán y Turquía se preparan para una noche de fiesta en alguno de sus clubs de música electrónica.Además de que Batumi es la capital del turismo de veraneo de Georgia, también es la tercera ciudad más grande del país, después de Tbilisi y Kutaisi. Viven cerca de 130.000 personas y junto con Poti, es el principal puerto de mercancías de Georgia.
Batumi es una ciudad con una antiquísima trayectoria a sus espaldas. Todo apunta a que estuvo habitada desde hace 3.000 o 4.000 años. Formó parte del mítico reino de Cólquida. El filósofo Aristóteles ya se refirió a ella en el siglo IV a.C como Batusi, que significa “profunda”. En el siglo XVII los otomanos la invadieron durante tres siglos y la llamaron la ciudad de Niva. A finales del s. XIX las tropas rusas se la arrebataron a los turcos y el zar la integró de nuevo en Georgia. Con la llegada de los rusos Batumi se desarrolló rápidamente. Pasó de ser una ciudad de pescadores a un puerto franco del imperio. Esto provocó que comenzara a dispararse los ingresos municipales gracias al comercio.
Adjara es como la Andalucía de Georgia.
Adjara es una región con un alto grado de autonomía.
Se construyó con el consentimiento del sultán otomano en 1865. ¿Sabías que al principio se la consideró una iglesia católica griega pero en 1879 se la conocía como la iglesia ortodoxa rusa? En 2012 terminaron las obras de rehabilitación y hoy la Iglesia de San Nicolás es uno de los templos más populares y con más feligreses de Batumi. Se encuentra en el centro de Batumi.
Dirección: Chkalov nº 4.
Es el lugar de encuentro de los habitantes de Batumi. Se trata de área ajardinada que se extiende junto al paseo marítimo, a lo largo de siete. Está lleno de bares, cafeterías y restaurantes y es el lugar perfecto para ver el atardecer, pasear, tomar una copa, o salir de marcha. ¿ Qué ver en el bulevar? La noria, que ofrece unas bonitas vistas de Batumi; la Torre de las Letras. Levantada por el estudio del español Alberto Domingo Cabo; la estatua de Alí y Nino, protagonistas de la novela de Kurban Saíd, que representan la unión entre Europa y Asia, la religión musulmana y el cristianismo; y las Fuentes que Bailan, que mezcla el movimiento del agua con la luz y la música.
Horario de verano: de 9:00 a 20:00 horas.
Horario: todos los días de 10.00 a 18:00 horas.
En la misma carretera, a unos pocos kilómetros más allá de Gonio, se encuentra la pequeña localidad costera de Kvariati. Está mucho menos masificada que Batumi pero también posee una buena oferta hotelera. Sus playas tienen buena fama. El litoral es abrupto, con montañas repletas de vegetación y salpicadas de bonitas villas que le dan un aire a algunas partes del litoral italiano. Para llegar tienes que coger el minibús a Sarpi. Si el dinero no supone un obstáculo, os recomendamos el Hotel Cameo (
Se encuentra a 20 kilómetros al sur de Batumi, en la frontera con Turquía. Sus playas están menos masificadas y sus aguas un poco más limpias. Además, su localización fronteriza le da un toque exótico. En la misma aduana hay una oficina de turismo donde os podrán informar sobre alojaminetos y restaurantes. Hay marshrutkas de vuelta a Batumi con bastante asiduidad.